A pesar de ser un referente urbanístico reconocido a nivel internacional, el Eixample de Barcelona se enfrenta a múltiples desafíos propios de una ciudad en constante cambio, una urbe muy diferente a la proyectada por Ildefons Cerdà.
La ciudad trabaja por revertir esta realidad definiendo un modelo que priorice a las personas potenciando una movilidad sostenible y construyendo un espacio público saludable, diverso, a velocidad humana —con especial atención hacia las niñas y niños y la tercera edad— en una ciudad donde las condiciones topográficas facilitan una cómoda movilidad caminando o en bicicleta.
En ese escenario, la oficina barcelonesa Leku Studio ha desarrollado un proyecto de “amabilización” de varios entornos escolares en el Eixample, testeando mediante urbanización reversible, nuevos usos y distribuciones que favorecen espacios más humanos y amables y que acerca la escala urbana a los niños. “Deben ser espacios comunitarios; como territorio de extensión de la escuela; como espacio para el juego, para el verde, la historia y la vida local de los barrios“, explican Leku Jokin Santiago Elorriaga y Marta Sola Páramo, cofundadores de Leku Studio.