Inter-action Room, un espacio de intercambio y participación en Venecia

Dark Matter Games, un festival de intervenciones artísticas y compromisos sociales en Venecia del 11 al 15 de Mayo, es un proyecto de S.a.L.E. Docks & workspacebrussels. El evento desarrolla y presenta más de 25 prácticas artísticas que toman como punto de partida la interacción social y la transdisciplinariedad.   Entre estas intervenciones, Inter-action Room, una propuesta de straddle3 y WWB presentando plataformas desarrolladas desde Arquitecturas Colectivas, es un lugar de intercambio y participación física y digital.   Estaremos en Venecia para presentar principalmente Grrr y Publicspacetools, las herramientas digitales desarrolladas en los ultimos años promoviendo la participación, el derecho al espacio público y el intercambio de materiales en el estupendo espacio de S.a.L.E. Docks, en los Magazzini Del Sale, frente a las isla de Giudecca. Aparte de una instalación permanente en forma de medialab de la red, desarrollaremos dos inter-acciones específicas, la primera en colaboración con Einat Tuchman (Molenbeek, Bruselas) y la segunda con Melih Kiraç (Estambul).   Podéis encontrar información detallada en el sitio web del evento: https://www.darkmattergames.net  

Tania Magro, Hacia la ciudad inclusiva

Tania Magro: Hacia la ciudad inclusiva from PublicSpace.Tools Barcelona on Vimeo.

Presentación

Mi nombre es Tania Magro Huertas, soy de Valencia y vivo en Barcelona desde hace más de 10 años, soy arquitecta.

Estudié arquitectura en Valencia. Allí trabajé unos años pero, más adelante, me vine a Barcelona a estudiar un Master de Vivienda que me interesó mucho. Luego hice otro Máster de Teoría e Historia de la Arquitectura, el cual me permitió introducirme en el doctorado.

En esos años estuve trabajando con Montaner-Muxi en su oficina, haciendo trabajos de investigación en urbanismo y en vivienda. También colaboré con Col·lectiu punt 6 donde durante un tiempo trabajé en temas de urbanismo con perspectiva de género. En ese tiempo fui miembro del grupo de investigació Arxiu Critic del Model Barcelona cuyo investigador principal fué Josep Maria Montaner. Fue dentro de ese grupo de investigación donde empecé a desarrollar mi tesis doctoral.

En paralelo empecé a asistir a los encuentros de Arquitecturas Colectivas. Esto y el trabajo con Montaner-Muxí y Col·lectiu Punt 6, de alguna manera, reorientaron mi práctica profesional hacia una arquitectura con perspectiva social y de género.
Trabajé durante un tiempo con La Panadería en Sevilla en temas de vivienda y participación, y por otro lado, formamos Encajes Urbanos, que es la asociación donde  trabajo actualmente.

Con encajes urbanos empezamos con un trabajo más activista, desarrollando proyectos como “sistema solar” o “Azoteas colectivas” y colaborando con algunas experiencias urbanas en Valencia y Barcelona como “Solar Corona” o “Espai Germanetes”. Con el tiempo, hemos orientando el trabajo a nivel más profesional trabajando en arquitectura y urbanismo desde una perspectiva social y mediante herramientas participativas.

¿Puedes explicarnos el argumento de tu tesis doctoral?

La tesis doctoral la defendí en el año 2014 con el título  “Hacia la ciudad inclusiva, prácticas sociales urbanas en Barcelona, 1969-1979”. Como comentaba anteriormente, la tesis se desarrolla en el contexto del grupo de investigación Arxiu Critic Model Barcelona, en el cual se establece una primera etapa de “construcción del modelo” en el periodo previo a los años ochenta.

Portada del libro “Archivo crítico Modelo Barcelona”
Imagen 01: Portada del libro “Archivo crítico Modelo Barcelona”

 

Se trata de un periodo en el que el movimiento ciudadano de Barcelona emerge con mucha fuerza y participa activamente tanto en la transformación urbana como en la orientación/construcción de un nuevo modelo urbano  alternativo, frente al modelo capitalista y desarrollista que marcaba el crecimiento de la ciudad en aquellos años.

Justamente de esto trata mi tesis: analizar la práctica social urbana del movimiento ciudadano en Barcelona en los años setenta, la cual contribuyó, planteado como hipótesis,  a la orientación de un modelo de ciudad alternativo, entendiendo la realidad social y la experiencia cotidiana como elementos fundamentales de todo enfoque científico del desarrollo urbano. Se trataba también en la investigación de visibilizar ese otro modelo urbano orientado por la práctica social, con el objetivo de mostrar sus características y la necesidad de una ciudadanía activa que participe en la construcción de las mismas.

Documento de Tesis.
Documento de Tesis. PDF descargable en http://www.tdx.cat/handle/10803/277359

 

Algo interesante de la tesis ha sido el poder comparar los resultados del análisis de las prácticas sociales urbanas de los años 70´ con las prácticas actuales. Se analiza el pasado para entender el presente y pensar el futuro.

La tesis se estructura en dos grandes partes: Las prácticas sociales urbanas donde nos preguntamos: ¿Qué son las prácticas sociales urbanas?, ¿En qué contexto se desarrollan?, ¿Qué tipo de conflictos existen en este contexto?, ¿Qué se reivindica?, ¿Qué personas o colectivos desarrollan estas prácticas? Y Los espacios de inclusión, donde nos preguntamos: ¿Cómo se desarrollan las prácticas sociales urbanas?, ¿Cómo se conforman estos espacios de inclusión?, ¿Cómo se participa en la construcción de ciudad?, ¿Cómo se organizan los MSU?, ¿Cómo se difunden las experiencias?, ¿Cómo se comparten las herramientas o recursos? En definitiva estamos planteamos el QUÉ, ¿Qué es? y el CÓMO ¿Cómo se hizo?

¿Cuáles eran las principales reivindicaciones sobre el espacio público en la Barcelona metropolitana de los años 70?

La ciudad crecía según un modelo urbano capitalista y desarrollista que no tenía en cuenta las necesidades de las personas, donde se multiplicaban las operaciones inmobiliarias especulativas, donde había grandes diferencias entre centro y periferia, segregación e incomunicación de algunos barrios, falta de espacios de vida, falta de servicios y de equipamientos.

 

Imagen 03: Barrios periféricos de Barcelona sin urbanizar, calles sin asfaltar o adoquinar.
Fuente: Maspons; Ubiña, Cuadernos de Arquitectura nº 60, 1965

 

Esta situación urbana de precariedad, falta de habitabilidad en los barrios y especulación urbanística provocó la reacción de los vecinos y vecinas que, apoyados por un movimiento de crítica al urbanismo oficial desde los Colegios Profesionales, desde el ámbito intelectual y desde la prensa y medios de comunicación, se conformó en un movimiento ciudadano, sobre todo vehiculizado a través de las asociaciones de vecinos, las cuales se organizaron por la mayoría de barrios de la ciudad.

Porque el barrio, entendido como una unidad vecinal, significó una forma de supervivencia frente a las consecuencias del capitalismo en la ciudad. En el barrio era donde se desarrollaba la vida cotidiana y donde era más fácil encontrar valores de solidaridad entre las personas. Además el barrio constituía un espacio acotado fácilmente medible en cuanto a déficits y necesidades.

 

Déficit urbanístico por distritos en Barcelona en 1968.
Imagen 04: Déficit urbanístico por distritos en Barcelona en 1968.
Fuente: Bordetas Jiménez, Iván. Nosotros somos los que hemos hecho esta ciudad. Auto organización y movilización vecinal durante el tardofranquismo y el proceso de cambio político. Barcelona, 2012. P. 165

 

Una de las reivindicaciones más potentes del movimiento ciudadano fue justamente la producción de espacio público: desde la urbanización y la señalización de las calles hasta la reivindicación de zonas verdes, zonas deportivas, plazas o equipamientos. En relación al espacio público, también se empezaron a reivindicar cuestiones medioambientales, como la contaminación acústica o la polución generada sobre todo por las antiguas fábricas e industria.

Reivindicaciones del movimiento vecinal entre 1960 y 1988.
Imagen 05: Reivindicaciones del movimiento vecinal entre 1960 y 1988.
Fuente: Domingo i Clota, Miquel; Bonet i Casas, Maria Rosa. Barcelona i els moviments socials urbans. Fundació Jaume Bofill. Editorial Mediterrània. Barcelona, 1998

 

No solamente se reivindicó la producción de espacio público sino que también se propuso dónde  se quería y cómo se quería. Para ello, el movimiento ciudadano construyó sus propios espacios de democracia directa: espacios ocupados, concursos, exposiciones de barrio, encuentros y jornadas, planes populares, informes o comisiones mixtas y de control.

Veamos algunos ejemplos:

En 1973 los vecinos y vecinas de Ciutat Meridiana convocan  el  “I Concurso de caza mayor” para visibilizar las malas condiciones de habitabilidad del barrio, el problema de la suciedad y, en concreto, el problema de la existencia de ratas. La falta de servicios en el barrio provocó el acumulo de basuras y en consecuencia la presencia de ratas. El concurso era más que nada una acción reivindicativa que pretendía denunciar esta situación y visibilizar el conflicto.

En 1974 la revista Quatre Cantons y la Asociación de Vecinos de Poble Nou denunciaban la suciedad de la Mar bella y la calificaban de vertedero de la costa. Frente a esta situación el movimiento vecinal decide convocar un concurso popular, animando  a buscar “el objeto más insólito” entre los escombros de la playa, como denuncia de las malas condiciones en la que se encontraba.

En ambos casos, se trata de una acción colectiva, a modo de performance donde un grupo de personas organizadas sale a la calle, con el objetivo, ya no de ganar el premio, sino de visibilizar la propia acción de búsqueda. En el desarrollo de la misma será donde se visibilice la problemática urbana. Se trata por lo tento de un acto simbólico y reivindicativo que no busca más que visibilizar y comunicarla tanto al barrio como al resto de la ciudad dicha problemática a través de la acción propiamente dicha pero también a través de su difusión previa, a través de los boletines, revistas, prensa y radio. Esta difusión también llegará al Ayuntamiento y por lo tanto significará una manera de avisar, un toque de atención al responsable de solucionar el problema.

Cartel anunciando el I concurso de caza mayor Ciudad Meridiana.
Imagen: Cartel anunciando el I concurso de caza mayor Ciudad Meridiana.
Fuente: 9 barrios. Hoja informativa de la Asociación de Vecinos del sector Vallbona, Torre Baró, Trinidad, que comprende también los barrios de Verdún, Roquetas, Prosperidad, Guineueta y Ciudad Meridiana. Asociación Multigrafiado. Barcelona, Agosto 1973.
Acción colectiva y reivindicativa: Recorrido entre los escombros de la Mar Bella.
Imagen: Acción colectiva y reivindicativa: Recorrido entre los escombros de la Mar Bella.
Fuente: FAVB. 1970-2012: 40 anys d´acció veïnal. Quaderns de carrer.
Editorial Mediterrània. Barcelona, 2010

 

En Sants, después de realizar una encuesta entre los vecinos y vecinas del barrio, el movimiento vecinal inauguró en 1973 una exposición con el título: “Cop d´ull a Sants”, donde se mostraban las necesidades del barrio. Más adelante, el movimiento se organizó en una plataforma reivindicativa con el propósito de recuperar los grandes solares industriales, recuperar para uso colectivo las antiguas cocheras de tranvías y la “Casa del Rellotge” y luchar en contra del paso elevado previsto por la plaza Salvador Anglada, actual Plaza de Sants. Desde entonces, el trabajo colectivo fue constante: concursos, exposiciones, asambleas, recogidas de firmas, negociaciones, encuestas o fiestas populares, todos ellos espacios construidos por la propia ciudadanía que permitieron incluir sus necesidades en la transformación se su barrio.

Cartel de la campaña “Salven Sants dia a dia, ni pas elevat ni museu del tranvia”.
Imagen: Cartel de la campaña “Salven Sants dia a dia, ni pas elevat ni museu del tranvia”.
Fuente: Martí Gómez, Josep; Marcè i Fort, Josep. Centre social de Sants. Una experiència associativa. Llibres de l´Index S.L. Barcelona, 1996.

 

En 1974, los vecinos y vecinas de Sant Andreu y de la Sagrera ocuparon temporalmente los terrenos donde se ubicaba antiguamente la fábrica de camiones Pegaso. Al marcharse la fábrica de Sant Andreu, dejaba libres 80.000 m2 de superficie, los cuales fueron reivindicados inmediatamente por los vecinos para construir una escuela y un parque.

Ocupación terrenos de La Pegaso.
Imagen: Ocupación terrenos de La Pegaso.
Fuente: Pradas, Rafael.  “Ocupaciones populares de terrenos”. CAU: construcción, arquitectura, urbanismo, nª 27, 1974

En Noviembre de 1973 los vecinos y vecinas de Verdum, Roquetes y Trinitat Nova, más los jóvenes de los centros sociales, organizaron en Nou Barris una olimpiada popular. Con el objetivo de conseguir espacios deportivos y zonas verdes, además de denunciar la especulación en torno a las zonas previstas para equipamiento; también pretendían con esta práctica llamar la atención de la opinión pública, las autoridades y el vecindario, sobre el problema urbano. Las Olimpiadas Populares de Nou Barris tuvieron lugar durante varios domingos al aire libre en distintas zonas del barrio, ocupando y usando el espacio público. Durante el acto de clausura, celebrado en el Centro Social de Roquetes, se explicaron los problemas del distrito: solares que podrían dedicarse a uso público y operaciones especulativas en los mismos.

Olimpiada Popular en Roquetes.
Imagen: Olimpiada Popular en Roquetes.
Fuente: Blog de l´Arxiu Històric de Roquetes, Nou Barris

 

Durante la segunda información pública de la Revisión del Plan Comarcal y después de numerosas impugnaciones a la primera Revisión, la AVV de la Verneda Alta decide elaborar su propia  alternativa urbanística: el Plan Popular. Éste documento fue firmado por 1.500 personas y fue presentado en el Término Reglamentario de la Corporación Metropolitana. El Plan Popular se aprobó en Asamblea de vecinos el 9 de Junio de 1978 y se concibió como un documento inacabado que se iría completando y enriqueciendo con nuevos aspectos conforme fuera respondiendo a los distintos planes que afectaban al barrio. El documento consta de un plano y 14 páginas donde vienen definidos la situación del barrio, las propuestas generales y las reivindicaciones concretas en torno a la reutilización de solares, las zonas verdes, los equipamientos, el transporte, la vivienda, los servicios públicos y el medioambiente. Además se indican otras cuestiones como el coste económico del Plan Popular, el control popular y la participación ciudadana, el papel de las movilizaciones y la auto organización, la importancia de fomentar la vida colectiva, el papel de las AAVV y de las entidades del barrio y, por último, se exponen algunas reivindicaciones políticas generales. El Plan Popular de la Verneda Alta trata cuestiones inmediatas de construcción del entorno físico de la vida cotidiana a nivel cuantitativo y cualitativo, pero también cuestiones más globales que tienen que ver con la gestión, la economía, el control popular, la auto organización, la solidaridad y la política.

Portada del documento y plano indicando las reivindicaciones populares
Imagen: Portada del documento Plà Popular de la Verneda Alta.
Fuente: Plà Popular de la Verneda Alta. Associació de Veïns de la Verneda Alta. 09-06-78. Consultado en Archivo Pabellón de la República.
Plano indicando las reivindicaciones populares
Imagen: Plano indicando las reivindicaciones populares

 

¿En qué momentos toma especial importancia el papel de las mujeres en la lucha por el derecho a ciudad y particularmente respecto del tema del espacio público en el contexto local?

Las mujeres fueron muy importantes, incluso a veces, protagonistas de muchas movilizaciones. Sin embargo su trabajo fue muchas veces invisible. No aparece específicamente en la historia oficial ni en la bibliografía sobre movimiento social urbano y movimiento vecinal en Barcelona. Sin embargo, cuando te vas a los archivos y te fijas en las fotografías de la época, siempre aparecen mujeres. Eran ellas quienes iban a las manifestaciones, las que se encerraban en los locales y escuelas, las que ocupaban solares.

Mujer reivindicando espacio público
Imagen: Mujer reivindicando espacio público
Fuente: AADD. “La ciutat i les dones”. La veu del carrer, nº 91, 2005

Es lógico, las mujeres en ese momento eran las responsables  al cien por cien del trabajo reproductivo, el trabajo de los cuidados. Muchas de ellas también tenían un trabajo productivo y por tanto tenían que, por una parte,  compaginar estos dos trabajos, y por otra parte, encontrar espacios donde poder compaginarlos. Las malas condiciones de las viviendas y de los barrios afectaban por lo tanto directamente su vida cotidiana muchísimo, y aunque solo fuera por instinto de supervivencia, salían a la calle y revindicaban sus necesidades más básicas.

Cartel de la Vocalía de Mujeres
Imagen: Cartel de la Vocalía de Mujeres de la AVV de l´Esqueera de l´Eixample, 1977.
Fuente: Nash, Mary. Dones en transició. Regidoria de la Dona, Ajuntament de Barcelona. Barcelona, 2007.

 

Sobre todo a partir de 1975, que fue el Año Internacional de la Mujer y fue cuando se empezaron a celebrar los primeros grandes encuentros de mujeres después de la dictadura. Tanto en Madrid como en Barcelona se celebraron estos encuentros: en 1975 las primeras jornadas de la mujer en Madrid y en 1976 las Jornadas Catalanas de la Mujer en Barcelona. Lo curioso y significativo es que en ambos encuentros una de las  ponencias magistrales principales, relacionaba a la mujer con los barrios: “mujer y barrios” en Madrid, “dones i barris” en Barcelona. Esto es realmente interesante pues uno de los temas más importantes a tratar por estas mujeres, después de más de  40 años sin poder reunirse de manera oficial, era visibilizar y poner en evidencia la relación intensa entre las malas condiciones de los barrios y la vida cotidiana de las mujeres, su independencia y  su emancipación a través del trabajo. Si en el barrio no había guardería o no había colegios, las mujeres no podían ir a trabajar. Si en el barrio no había una zona verde, las mujeres no podían llevar a los niños a jugar. Si en el barrio las calles no estaban pavimentadas cuando salías de casa te manchabas los pies de barro. Si al barrio no llegaba el transporte público no podías irte a otro barrio a trabajar.

A partir de ahí, las mujeres empezaron a trabajar por sus derechos  a través de las asociaciones de vecinos, vocalías de mujeres y organizaciones propias.  Y no solo desde de los barrios, sino también desde el movimiento feminista y a través del movimiento universitario o del movimiento político, muchas mujeres lucharon por su derecho a la ciudad.

Entrada a la sede de la Tribuna del año internacional de la mujer
Imagen: Entrada a la sede de la Tribuna del año internacional de la mujer
Fuente: Nash, Mary. Dones en transició. Regidoria de la Dona, Ajuntament de Barcelona. Barcelona, 2007.

 

En la tesis se analizan documentos de Asociaciones de Vecinos, documentos del PSUC, documentos del Movimiento Feminista o documentos del Movimiento Democrático de Mujeres, donde se habla específicamente de la cuestión de los barrios en relación al bienestar y a la vida  cotidiana de las mujeres.

Lo que pedían estas mujeres, desde los distintos ámbitos antes mencionados, era: colegios y guarderías en todos los barrios, guarderías públicas y con horarios flexibles, comedores económicos, servicios colectivos, diversidad tipológica en las viviendas, parques y zonas verdes, escuelas de adultos, gestión democrática de servicios y equipamientos, ordenación urbana con planteamientos colectivos.

Con respecto al espacio público, las reivindicaciones de las mujeres en particular tenían que ver sobre todo con cuestiones de seguridad,  autonomía y emancipación pero también de identidad y representación política. Es decir, acabar con la división tradicional entre espacio público y privado, y fomentar la participación de las mujeres.

¿Cómo explicarías la evolución y los cambios de rumbo en la reivindicación de espacio público desde los años setenta hasta nuestros días?

En mi opinión, hay diferencias y similitudes. Existen similitudes en cuanto al cómo se revindica el espacio público, actualmente seguimos ocupando solares, seguimos haciendo pintadas en muros, seguimos reuniéndonos en asambleas, seguimos utilizando las mismas herramientas que en esos años. Utilizamos también otras herramientas, por supuesto, pero seguimos utilizando las mismas de antes. Hay diferencias seguramente en el contenido de esas reivindicaciones. Si bien en los años 70 se trataba más de cuestiones cuantitativas que tenían que ver con el crecimiento de la ciudad, ahora se trata más de demandas  cualitativas que tienen que ver con el desarrollo de la ciudad.

Las Jornadas Catalanas de la mujer celebradas en el paraninfo de la Universidad de Barcelona.
Imagen: Las Jornadas Catalanas de la mujer celebradas en el paraninfo de la Universidad de Barcelona.
Fuente: Aymerich, Pilar. Museu d´Història de Catalunya. Memoria d´un temps 1975-79. Fundació Caixa Sabadell. Sabadell, 2004.

 

¿Cómo ha variado el papel que han ejercido los perfiles técnicos y profesionales en esa evolución?

 

El papel de los perfiles técnicos y profesionales es otro de los temas que me interesó mucho durante la investigación.

En esos años, los arquitectos colaboraron con el movimiento vecinal en concursos,  exposiciones, elaboración de planes populares y en comisiones mixtas. Su labor fue la de asesorar, informar, interpretar la legislación, traducir el lenguaje técnico, hacer peritajes y mediar muchas veces entre el movimiento y la administración. Pero la implicación de estos profesionales no sólo fue a nivel técnica sino que también fue a nivel política. Se produce un cambio en los roles del arquitecto tradicional con respecto a la construcción de ciudad, ya que ya no es aquel que dice como tienen que vivir las personas, sino que actúa como mediador y traductor.

La colaboración del movimiento vecinal con otros técnicos y profesionales se realizó en dos sentidos. Por una parte el movimiento vecinal trabajó de manera conjunta, en grupos de trabajo, con técnicos y profesionales, como fue el caso de la elaboración de los planes populares. Por otra parte, el movimiento vecinal encargaba a un técnico, o grupo profesional externo, la elaboración de un trabajo en torno a una cuestión específica, como fue el caso de la elaboración de informes técnicos y peritajes, o trabajos que tuvieran en cuenta las necesidades de los vecinos.

En todo caso, existía una tendencia a la multidisciplinareidad de los equipos de trabajo en la construcción de ciudad. Solo desde la suma de saberes se podía abarcar el conocimiento necesario en torno a las distintas capas de información que conformaban el urbanismo  y  la ciudad. Esta multidisciplinareidad se veía también en la colaboración del movimiento vecinal con otros grupos o movimientos que también estaban implicados en la transformación urbana: con el movimiento feminista a través de las vocalías de mujeres y grupos de mujeres autónomos; Con los partidos políticos; Con abogados, ingenieros y periodistas. Todos ellos, en la medida en que se implicaron en la construcción participativa del hábitat y reivindicaron el derecho a la ciudad propio o ajeno, formaron parte del movimiento vecinal.

Algunos colegios profesionales colaboraron con el movimiento ciudadano, pero en concreto el Colegio de Arquitectos, dedicó la O.I.U. (Oficina de Información Urbanística) a la acción pública y ciudadana para desarrollar una labor de denuncia, información y asesoramiento en defensa de los intereses de las personas. La O.I.U., además de generar un archivo de información, impugnó desordenes urbanísticos y ofreció un servicio de asesoramiento técnico al movimiento vecinal, hasta su desmantelamiento en 1974. La revista Cuadernos de arquitectura y urbanismo sirvió como plataforma de difusión para la O.I.U y de comunicación con el movimiento ciudadano.

Recorte de prensa. “Diari de Barcelona”, 14-01-75.
Imagen: Recorte de prensa. “Diari de Barcelona”, 14-01-75.

 

Carta de una vecina del Carmelo al señor director de la revista “Cuadernos de Arquitectura”
Imagen: Carta de una vecina del Carmelo al señor director de la revista “Cuadernos de Arquitectura”
Fuente: “Cuadernos de Arquitectura”nº 81, 1971

¿Qué recomendaciones darías para una sana participación en materia de desarrollo de espacio público?

En los años setenta, la ocupación y uso de espacios urbanos en desuso por parte del movimiento ciudadano mostraba la importancia de plantear un urbanismo que incorporara dos factores fundamentales como eran las personas y el tiempo: incorporar a las personas de una manera activa, mediante mecanismos que les permitieran participar indicando cuales eran sus necesidades y deseos; Incorporar el tiempo en el sentido de entender el urbanismo no como algo acabado y estático, sino como un proceso que permitiera la variación y la incorporación de nuevos elementos, y en ese sentido, transformarse e implementarse a lo largo del tiempo.

Es importante por lo tanto una ciudadanía activa que participe en la construcción de ciudad por medio de los espacios de inclusión propuestos desde arriba y también por medio de los suyos propios generados desde la base, los cuales permitirán además una participación “hacia dentro” y ayudarán a un empoderamoiento como colectivo y como un agente urbano más.

En este sentido, también sería importante fomentar la elaboración de planes populares y permitir su incorporación al urbanismo. La posibilidad de elaborar un plan popular, permite abrir un debate público a nivel de base sobre los distintos intereses que confluyen en la ciudad y el papel que debe desempeñar el vecindario en el proceso de transformación de la ciudad. La elaboración de un plan popular se convierte por lo tanto en un aprendizaje social que sienta las bases para poder, más adelante, elaborar una alternativa al planeamiento en su conjunto y por lo tanto al modelo de ciudad.

De hecho, el contenido de los planes populares supuso un indicador cuantitativo y cualitativo que sirvió para elaborar algunos de los programas políticos de las primeras legislaciones democráticas. En algunos de los programas y anteproyectos de los partidos políticos en Cataluña, a punto de ser aprobados en Marzo y Abril de 1976, encontramos un apartado que se refiere a la política urbana y que incorpora las reivindicaciones del movimiento vecinal  y en concreto propone la incorporación de los planes populares al urbanismo. Por ejemplo, la Organización Comunista de España, Bandera Roja, propone un “Planeamiento a nivel local y comarcal de los planes de urbanismo que deben tener como base los Planes Populares (que hoy están realizando las Asociaciones de Vecinos) recogiendo las necesidades de la población y participando en la ordenación del territorio” . El Partido del Trabajo de España también incluye en su programa político la siguiente cuestión: “Nosotros pensamos que un plan urbanístico debería ser un instrumento en manos del pueblo para solucionar y mejorar sus condiciones de vida y de trabajo, y para impulsar el desarrollo económico de la sociedad. Pero para ello un Plan debería hacerse en función de las necesidades sociales del pueblo, en función de una forma de vida justa poniendo las fuerzas productivas al servicio de estos objetivos, con una imagen distinta de la ciudad. Para ello haría falta que el Plan estuviera en manos de las masas populares y abordara todos los aspectos, desde los de ordenación del territorio, hasta lo que va a costar, cómo se va a pagar, cuándo se va a hacer lo que se necesita”.

Algunos espacios de inclusión en Barcelona desde 1969 a 1979
Imagen: Algunos espacios de inclusión en Barcelona desde 1969 a 1979, en base al mapa “Plans i projectes per a Barcelona: 1981-1982”, en AADD. Plans i projectes per a Barcelona: 1981-1982. Ajuntament Area d´Urbanisme, Barcelona 1983.

 

Urban Making

Los tutores plantearon un ejercicio de ‘hacer ciudad’ desde el elemento, mediante el diseño y construcción de propuestas de mobiliario o elementos urbanos que sean catalizadores y propulsores de nuevas situaciones, capaces de trasladar a la calle actividades no presentes tradicionalmente, elementos que se fijen en los sectores menos representados y que promuevan una mayor inclusión de la sociedad.

Desde el concepto del ‘agora’ griego hasta la interacción con las redes sociales, se analizaron los diferentes usos e interacciones y la ampliación del propio concepto de ‘espacio público’ entre las dimensión física y digital. Evolucionando en la definición del concepto a desarrollar y prototipar, se optó por la idea de ‘pit box’ o ‘punto de avituallamiento’ como soporte para la cultura popular que sucede en la calle, tanto para artistas como para el público en general.

El taller tuvo una duración de siete días, de alta intensidad y de total entrega por parte de los integrantes del grupo de trabajo que lograron formalizar la propuesta PIT BOX en un tiempo record, se realizaron dos prototipos funcionales a escala 1:1 que posteriormente se trasladaron a Paral·lel 75 para su testeo dentro de la jornada Park(ing)Day.

Después del testeto durante la jornada del Park(ing)Day los dos prototipos se trasladaron al Ateneu Santboiá como equipamientos para la plaza de la Terraseta la zona exterior del propio Ateneu.

 

Gaspar Maza: la relación entre deporte y espacio público

 

 

Me llamo Gaspar Maza, soy profesor en el departamento de antropología social de la universidad Rovira i Virgili de Tarragona . Colaboro con Idensitat y hago trabajos relacionados con el deporte para instituciones. Mi linea de trabajo, tanto en la antropología urbana como en el deporte el hilo conductor siempre es el espacio público, investigando esa perspectiva y a veces participando en algún proyecto aplicado. Lo que me interesa es la cultura popular. El deporte es la cultura popular del siglo XXI.

En el año 2005 el Instituto Barcelona Sport nos encarga analizar espacios públicos de deporte como plazas, espacios públicos con elementos deportivos, etc …y  encontramos una ambigüedad muy interesante ya que se trata de lugares donde aparecen usos no planificados que suelen ser finalmente los que más vida le dan a esos espacios.  A partir del análisis de estos 35 espacios hemos ido siguiendo la pista de los espacios deportivos. Estos son los espacios donde la infraestructura es la ciudad.

El 35% de la población en Barcelona en 2005 no utilizaba instalaciones públicas. Actualmente casi el 50% hace deporte en el espacio público. Estoy intentando demostrar la labor auto-terapéutica de estos espacios donde no se necesita monitor, ni de instalaciones extra, ni vestuarios, ni los elementos básicos que ha tener cualquier equipamiento porque la gente sabe encontrarlos. Es lo importante. Ya sea el cauce del río Besòs, bien el frente marítimo, la plaza Dels Països Catalans, la gente ha tuneado el espacio usándolo. Como tuneo de espacio el ejemplo básico es el túnel de la Foixarda. Es un caso de apropiación del espacio a través del deporte. Los escaladores encontraron un escenario para equipar sus sueños. Es uno de los espacios donde las 24 horas del día hay gente usándolo.

Hemos notado que al lado de infraestructuras como túneles, paredes y espacios secundarios o instalaciones abandonadas han sido colonizadas por el deporte. Estos espacios como la Fuxarda se construyen por las propias personas que lo utilizan y no solamente como espacio deportivo si no de intercambio de comunicación, de relaciones. Lo mismo sucede en los skateparks y hasta en el mar haciendo surf, a las personas les gusta relacionarse en el espacio público.

Voy a aclarar que estoy cansado de oír hablar de espacio público, hay que hablar de espacio y de público. Una cosa son las condiciones del espacio y otras son el público, el público puede darle vida al espacio, quitársela, volvérsela a poner, etc… la interacción con el espacio es importante. A veces hay públicos que se corresponden a los espacios y espacios que se corresponden a los públicos.

En el espacio marítimo hay un exceso de actividad deportiva, hay espacios como éste, donde se acaba generando confusión, usos como de manteros del deporte con abuso del uso de las tecnologías. Esto responde a que las grandes compañías utilizan escenarios que después se ponen de moda y hay muchas personas que se inician en el deporte a través del mundo del consumo. Yo les llamo los espacios Decathlon.

Yo creo que la gente en las asambleas se quema hablando, de tanto compartir ideas. La actividad deportiva tiene un componente corporal, de relación física con el espacio público, no solamente la ideológica, si no topológica.

El deporte que se practica en el espacio público es el que no tiene velocidad. Al deporte le quitas la velocidad y se queda en juego, automáticamente. Los que trabajamos en estos ámbitos lo que debemos de proponer es un deporte lúdico y no de competición. Es la democracia de que puede jugar uno que juega mal y uno que juega bien, es lo interesante.

 

A mí lo que me interesa más es el público. Es la capacidad que tienen las personas de transformar y adaptar el espacio a sus propias necesidades.

 

Gaspar Maza

 

Poblenou’s superblock: Barcelona reconquers its public space

David Bravo, La Superilla del Poblenou: Barcelona reconquesta es seu espai públic. from PublicSpace.Tools Barcelona on Vimeo.

La estrategia de las Super Illas consiste en reconquistar el espacio público de Barcelona que actualmente esta tomado por el vehículo privado y ofrecérselo y devolverlo a los viandantes, a las bicicletas y a el transporte público, es decir ,a otros sistemas de movilidad más justos y sostenibles. También consiste en dejar de entender la calle como una mera infraestructura de circulación y pasarlo a utilizar como un lugar de convivencia, de interacción social, un lugar de estar y estar con otros.
La estrategia consiste en establecer una serie de ejes de velocidad más alta por los cuales circula una red octogonal de autobuses horizontales y verticales juntamente con el servicio de coches, transportes, ambulancias….y por otro lado una subtrama de calles más lentas donde los niños jueguen , donde se pueda sentarse, donde puedan circular vehículos pero a una velocidad mucho más lenta que no atropelle estas actividades.
La supertrama de ejes rápidos, la red octogonal de autobuses, normalmente es cada tres calles , de manera que se generan unos ámbitos a los que llamamos Super Illas. Lo importante es la continuidad de estos corredores de tramo rápido de autobuses por un lado y la continuidad de otros corredores que son los verdes para viandantes que irían de la montaña al mar con un paseo agradable, envuelto de vegetación, sin tránsito ni polución y sin el peligro del coche.

Esquema functionamento Superilla

Además de Poble Nou en el barrio del Born y la Vila de Gràcia también hay ejemplos de Super Illas. Se le llama urbanismo táctico, que consiste en poner a prueba un espacio y que las personas lo prueben antes de hacer una gran obra carísima y habiendo probado si funciona.
De esta forma, se considera a la ciudadanía como un interlocutor inteligente.

La ciudad ha reaccionado bien porque no ha sido indiferente, esa es una de las operaciones urbanísticas que ha generado más polémica en esta ciudad en los últimos años, incluso ha generado una cultura de alerta respecto de los efectos de la contaminación y del coche.

Se han generado polémicas bastante violentas alrededor de esta experiencia pero de este debate se puede aprender mucho y sacar conclusiones. Se tiene que entender el debate y la polémica como instrumento de democratización de la ciudad.
Creo que ha habido errores en la forma de enfocar la participación y también en la toma de decisiones respecto al encaje que tiene esta Super Illa de Poble Nou y la red octogonal de autobuses. Lo que no puede pasar y ha acabado pasando en este caso concreto es que una vía básica por donde pasan autobuses acabe atravesando la Super Illa, de manera que los autobuses se ven obligados a bajar la velocidad comercial y por otro lado los niños y niñas que juegan o personas que disfrutan de estar tranquilas tienen que dejar de hacerlo con la misma tranquilidad porque pasan los autobuses por ahí donde debiera estar pacificado.
Creo que la forma más inteligente y estratégica de entender las Super Illas, debería ser primero establecer, decidir y consensuar cual es la buena red octogonal de autobuses y a partir de la implementación de esta alternativa de transporte público eficaz empezar a llenar los intersticios de vida alternativa a la circulación de coches.

La cualidad del espacio público después de este tipo de transformaciones es que una vez desaparece el coche aparece la magia.
Después de la hegemonía de los coches, de la que venimos viviendo desde hace décadas, y a medida que se han ido planteando alternativas y reconquistando espacios verdes y peatonalizados, donde el habitar se convierte en algo más agradable, ha dado lugar a un encarecimiento de la vivienda, precisamente por la calidad de vida que estas calles tranquilas proporcionan.
Esto lo hemos podido comprobar en el barrio de Born, por ejemplo, que era un gueto social más bien impenetrable con unas condiciones habitables difíciles y que fue convertida en una zona de viandantes, es una Super illa que ha sufrido de una gentrificación galopante que ha acabado con todo el tejido comercial de los pequeños comercios que había en el barrio que han sido substituidos por grandes cadenas y también en un proceso de substitución de su población.
Lo mismo en la calle Enric Granados, en La Vila de gracia, etc…son lugares más deseados para el viandante y por lo tanto la vivienda ha subido de precio automáticamente.
La única herramienta que tenemos para evitar las mejoras urbanas con este efecto perverso pasa por disponer ,en el mismo territorio donde estemos solicitando el vehículo privado, de un parque de vivienda de alquiler, algo muy común en Europa pero que en Barcelona es muy escaso. También disponer de un parque de pequeños comercios de protección oficial.

La participación ciudadana es un instrumento tan necesario como peligroso. Por un lado es la mejor manera de favorecer que el vecindario se apropie del espacio y que las decisiones que se tomen se hagan entre los que lo habitan, la tecnocracia y el despotismo ilustrado provoca que se gasten grandes cantidades de dinero que no solo no responde a lo que las personas necesitan si no que va en contra. Pero por otro lado, abre la puerta al populismo y a la demagogia y eso requiere procesos muy lentos, procesos donde hace falta mucha pedagogía, transparencia, datos abiertos, conocimiento de la situación de partida y mucha honestidad por parte de la administración.
A el espacio público resultante de esta transformación de las Super Illas le pediría que cumpliera con la prometedora posibilidad de convertirse en la transformación más radicalmente democrática que ha vivido Barcelona desde la expansión del Eixample Cerdá.

Si la Super Illa peligra, peligramos todos.

 

David Bravo

Javier Fraga: el barri de Poble Sec i el “Pla Paral·lel”

Soy Javier Fraga, pertenezco a la cooperativa «Raons Públiques», trabajamos en temas de participación relacionados con la arquitectura y el urbanismo.Trabajamos desde hace unos años en la calle Concordia del barrio de Poble Sec, en un espacio que arreglamos y construimos. Nos interesó estar en el barrio por todo el tejido y las reivindicaciones sociales que se concentran en él.

El barrio de Poble Sec es uno de los barrios históricos de Barcelona, está encajado entre lo que fue el barrio antiguo y la montaña de Montjuic.

 La avenida del Paral·lel, constituida entre los dos barrios, Raval y Poble Sec, una avenida que a nivel de movilidad urbana es muy importante porque canaliza los flujos que vienen desde plaza Espanya hasta el puerto y tiene una función muy importante a nivel estructural ,pero al mismo tiempo fue la avenida que desde principios de siglo desarrolló una actividad cultural muy intensa y muy característica. Le llamaban el Broadway catalán, era la zona de los teatros, la zona del cabaret, era la zona más canalla que recogía toda esta pulsión de los dos barrios y un poco más arriba con parte del Eixample. Esta mezcla de usos se veía reflejada en los usos que se hacían en cuanto a espectáculos culturales y espectáculos nocturnos.

 A la imagen, el histórico local nocturno El Molino.

 

 Es un barrio que tradicionalmente ha sido de carácter popular y obrero en el que las condiciones de vida en cierto modo son muy similares a las del Raval , el barrio mas próximo física y socialmente en cuanto al tejido que hay a día de hoy. Es un barrio compuesto por gente trabajadora que en los últimos años ha visto un fuerte impacto por el modelo turístico que se está  imponiendo en la ciudad. Se reflejaba su carácter incluso en la tipología de edificaciones que había, el famoso teatro de barraca, era un espacio y como este algún ejemplo más, de espacios casi auto construidos, se construían con una tipología de temporalidad, eran edificaciones temporales que con el paso del tiempo se fueron volviendo permanentes. Eso influía mucho en esta identidad propia que tenia la actividad cultural del Paralel, lo vemos en el teatro Arnau, el único teatro que se conserva a día de hoy.

 En la avenida del Paral·lel lo que pasaba era que había una contradicción entre su papel como elemento conector entre grandes piezas de la ciudad y su papel como espacio público de grandísima actividad y vivencia cotidiana. A principios de siglo era más fácil compaginar estos dos aspectos pero últimamente y con la última reforma se ha visto la dificultad de llegar a un acuerdo o compromiso entre cómo jugamos un papel estructurador a nivel de movilidad y como respetamos esa riqueza del espacio público de la avenida. Lo que ocurrió en la última intervención es que se primó la capacidad conectora frente a la identidad del espacio público que tenía y se generaron unos espacios públicos casi residuales que tienen un uso, por su morfología, muy complejo o muy difícil y hay un detrimento de esa identidad tan fuerte que había.

 Cuando empezó el interés del ayuntamiento por promover el «Pla Paral·lel» entramos en contacto con las diferentes entidades y agentes sociales, algunas que funcionaban desde hace mucho tiempo, con otras más tradicionales y otros colectivos más recientes con una visión más crítica sobre este tipo de transformaciones como puede ser el Ateneu La Base para reflexionar entre todos sobre lo que significaba esta propuesta que estaba llevando a cabo el ayuntamiento. A raíz de unos primeros encuentros se constituyó la plataforma «Aturem el Pla Paral·lel», una plataforma que a pesar del nombre no era tanto ir en contra si no que exigía un poder decidir, no era una plataforma únicamente reactiva si no que tenia una fuerte carga pro positiva y reclamaba que se repensara el modelo de ciudad que defendía esta intervención, que por aquel entonces estaba muy relacionada con el impacto que tenía la visión de la smart city, con la importancia de la tecnología.

 El espacio público de Poble Sec refleja muy bien la tensión entre la presencia del coche por un lado y el uso del ciudadano por otro ya que la sección de la vía no permite una convivencia entre ellos como en otros barrios como es por ejemplo el Eixample. Sin embargo los últimos movimientos recientes en los que se busca peatonalizar estos espacios para devolverle la presencia al peatón y reducir la presencia del vehículo tienen este efecto pernicioso ya que si no se controla el impacto que el interés privado ejerce sobre ese espacio realmente no se está devolviendo el protagonismo al ciudadano, como el caso de la calle Blai, en este caso vemos como la peatonalización de una calle donde algo que parece que vaya en defensa del ciudadano, si no se regula, puede tener un efecto contrario. El abuso de las terrazas en esta calle ha generado una dificultad de uso y de descanso vecinal.

Carrer blai
Las terrazas se han multiplicado en la calle Blai en los últimos años

 

La normativa que regulaba las terrazas vino después de que ya estuviera el conflicto muy asentado y de que ya hubiera muchas terrazas dispuestas en el espacio.

Restaurante Tickets
Tickets, uno de los establecimientos de moda que ha abierto en la avenida que hace de frontera entre el barrio del Poble Sec y el centro de la ciudad.

 

 La plataforma Recuperem el Teatre Arnau ha llegado a un acuerdo con el ayuntamiento para activar de manera temporal este espacio y una vez al mes se hace una actividad artística y una gala cada tres meses para reivindicar el espacio público como espacio de cultura y arte. Este es un ejemplo muy interesante de cómo una plataforma ciudadana que aglutina entidades y colectivos, propone una alternativa y es capaz de defenderla y de implementarla y genera unos intercambios y actividades culturales superando incluso a la institución a la hora de generar alternativas.
 
A la hora de hacer la comunicación lo más importante es saber que objetivos se tienen y garantizar que esta diversidad de personas que vivimos podemos tener un canal para comunicarnos. Con los más jóvenes se usan aplicaciones móviles, perfiles en aplicaciones web, y otras acciones digitales. De todas formas siempre intentamos tener mucha presencia en el propio espacio público a la hora de informar, implementamos algún tipo de dispositivo o acción casi artística que permite transmitir la información o recoger propuestas, o simplemente provocar estos encuentros.

 

Javier Fraga

«Urban actions» against gentrification

Hola soy Daniele Porretta, soy arquitecto y miembro del colectivo «Accions Urbanas».
Es un colectivo que nace alrededor del 2010 de la experiencia de » V de vivienda» y de su colaboración con la Xarxa Veinal de Ciutat Vella.

La primera acción que hicimos fue en Ciutat Vella, era un recorrido en 6 etapas que arrancaba justo delante del Palau de la Música donde estaba apunto de aprobarse un proyecto de destrucción de un edificio para la construcción de un hotel.

La idea era hacer un recorrido que «caracteriturizara» los recorridos turísticos que tienen lugar en la zona para explicar algunos temas alrededor del turismo.
Es una experiencia que funcionó muy bien, por ello la hemos ido repitiendo en varias ocasiones e incluso la hemos compartido con otros colectivos que también le han dado uso.

Para ello escogimos 6 hoteles, uno por etapa del recorrido, donde se representaban los diferentes problemas del barrio, desde la expulsión de los vecinos hasta fenómenos de especulación y destrucción del patrimonio arquitectónico.

Para el primer recorrido adoptamos una metodología que consistía en un recorrido en 6 etapas cortas de 20 minutos.
En cada etapa había dos intervenciones, en una intervenía una persona representativa del tejido vecinal o del activismo o con algún tipo de implicación con el tema de la etapa y en otra intervenía una persona experta del mundo académico.
Cuidamos mucho la escenografía porque uno de los objetivos era que salieran en prensa, que fuera visible y estéticamente impecables.
En el primer recorrido construimos casitas de Monopoli para indicar que Ciutat Vella se había convertido en un tablero de juego en manos de los especuladores, y en el segundo, que fue en la rambla, pedimos a los vecinos que participaban que trajeran una silla de su casa para hablar de la apropiación de la rambla como espacio público y como memoria de las sillas de alquiler que había antiguamente.
El objetivo era visibilizar las luchas del territorio y sensibilizar a la opinión pública para que algunos temas empezasen a tratarse.
El colectivo Accions Urbanas está formado por personas que pertenecen a otros colectivos y trata de visibilizar  las reivindicaciones de estos, por ello nuestro rol a sido más el de acompañar y servir a otras luchas.
Sabemos por ejemplo que con la acción de los hoteles abrimos un debate en torno a la problemática del turismo que hoy en día es un tema de actualidad pública. Las acciones que están en marcha por parte del ayuntamiento son en parte también resultado de muchos procesos semejantes de visibilización de esta problemática.»

Daniele Porretta

La Fundició: espacio público y educación

Soy Francisco Rubio, soy miembro de una cooperativa que se llama la Fundició, que se fundó en el año 2006, actualmente está formada por tres socios trabajadores que son Mariló Fernández, Pablo P. Becerra y yo mismo.
Desde los inicios de la cooperativa lo que hemos ido trabajando,resumiéndolo mucho, son  proyectos y procesos de construcción colaborativa de conocimiento con una vocación de trabajar en cultura entendiendo que la cultura es algo controversiál, que no es un elemento pacificador si no que nos puede servir para pensar los conflictos contemporaneos y al mismo tiempo para construir lazo social.

Los primeros proyecto están muy vinculados al ámbito educativo porque  todos los que estamos en la cooperativa tenemos una formación en Bellas Artes, lo que nos convierte técnicamente en artistas, pero habíamos estado vinculados a la educación artística. A partir de allí empezamos a tirar un poco el hilo de lo que era esto de la educación, y nos pareció que era un ámbito de acción política desde la base, muy potente y necesario para intervenir. Desde el principio empezamos a reflexionar sobre la educación y cuestionando nuestro papel como transmisores de un conocimiento hegemónico, de las grandes obras de arte, los grandes artistas, generalmente señores, la función del educador en arte y  las propias instituciones educativas. Esta es una constante que luego hemos continuado trabajando, nosotros entendemos que no trabajamos con individuos, por así decirlo, o con colectivos, que es algo muy habitual en el trabajo social si no que lo que nos interesa son las instituciones y transformar las instituciones que atraviesan la subjetividad de las personas, de todos nosotros.

Projecte3 era una propuesta que lanzamos para trabajar con un grupo de alumnos y alumnas en la construcción material de un espacio auto-gestionado de educación, entendiendo la educación como la construcción colectiva de un conocimiento y no como la mera transmisión de un conocimiento dado.

El proyecto fue aceptado por el centro educativo, gracias a la acción de la jefa de estudios que se implicó mucho y con la que tenemos mucha sintonía, pero cuando nos pusimos a desarrollarlo, empezaron a surgir los problemas. Fue muy interesante ver como la materialidad de los proyectos tenía consecuencias en las relaciones políticas, en los acuerdos, en las negociaciones que habíamos establecido. Hasta el momento en el que llegaron los módulos que iban a formar parte de este espacio,todo estaba muy bien. Fue en el momento de materializarlo cuando se desencadenaron toda una serie de conflictos. Conflictos que desembocaron en que estos módulos prefabricados que iban a constituir el espacio en sí tuvieron que salir del centro.
A partir de aquí, todo el proyecto derivó hacia hacer de ese espacio un espacio social, cultural y también educativo en el sentido de que los chavales pudiesen construir sus propios conocimientos colectivamente.
Se planteó como un espacio público abierto al barrio, a la comunidad y al territorio. Ese planteamiento ya estaba inicialmente en el proyecto porque uno de los problemas que detectamos en la institución educativa es que principalmente funciona como un espacio segregado del resto de la sociedad y esto es un déficit social ,político y democrático que nos parece muy grave, nos parece que las escuelas y los centros educativos deberían ser espacios comunitarios y en este sentido se une a la cuestión del espacio público.

Estos módulos después de muchas aventuras y desventuras se instalaron en un descampado en Esplugas de Llobregat y se intentaron activar, primero con el tuneado material del espacio y luego intentando que los jóvenes que habían estado implicados en el proyecto dentro del instituto, también lo hieran una vez que nosotros ya salieramos. Se organizaron fuera del horario escolar y  llegaron a constituir una asociación juvenil para gestionar lo que podía y debía pasar en ese espacio.

Open Roulotte fue un proyecto que surge inicialmente a partir de la experiencia que conocimos de la escuela El Martinet en el barrio de Can Mas, en Ripollet, una escuela pública que tiene un sistema pedagógico de pedagogía activa que va en una linea completamente divergente de lo que son las escuelas públicas formales regladas. Se caracteriza mucho por el respecto a los procesos de aprendizaje de los niños y toda una serie de pautas  pedagógicas, tienen un interés por vincular el centro educativo con su entorno mas próximo, con el barrio. A raíz de conocerlos les planteamos esta iniciativa de Open Roulotte que casualmente coincide con que el Ayuntamiento lanza la convocatoria para el Plan de Intervención Integral en el barrio de Can Mas, con la ley de barrios y mediante un concurso público ganamos el Plan de acción y creación comunitaria. Esto nos dio un marco legal y económico para tirar adelante un proyecto de cuatro años en el que básicamente lo que se propone es crear junto con los chavales de la escuela pero también abriendo este proceso a diversos colectivos generacionales de origen etc.. la construcción de un equipamiento cultural móvil que es la Roulotte en sí, que en última instancia es de algún modo  un pretexto, una excusa para ocupar el espacio público y ocuparlo intentando aglutinar y generando formas de organización dentro del tejido social del barrio y especialmente desde los centros educativos, tanto la escuela como el instituto de secundaria del barrio. Eso es como el esqueleto del proyecto.

El proyecto se extendió por cuatro años, los dos primeros consistieron en una exploración y una diagnósis del barrio, pero una diagnosis participada y desde la acción sobre todo con los grupos de chavales de la escuela y del instituto. Es decir, intentamos como puentear de alguna manera este hábito de generar un conocimiento vertical desde arriba por parte de expertos sobre las realidades de los barrios, que después se traducen el políticas públicas, intentado construir un conocimiento desde abajo y además con un colectivo que generalmente está apartado de lo que es la construcción de ciudad y del espacio social.
Una de las herramientas que utilizamos es la radio, como un espacio de encuentro que generaba conversaciones entre colectivos diversos y que permitía abordar cuestiones que muchas veces estaban muy presentes en el barrio pero de una forma muy escondida y que no se hablaban abiertamente precisamente porque eran conflictivas. Una de las cosas que nos interesa es desplegar los conflictos en lugar de pacificarlos y escamotearlos.

A partir de todo este trabajo de diagnosis participada es cuándo se crea la roulotte. Se convoca un taller en un parque público para customizarla y a partir de allí se empieza a organizar este uso.
La idea inicial es que se genere una especie de organismo ciudadano que se encargue de la gestión. Pero este proceso es muy lento entre otras cosas porque el tejido social del barrio estaba muy debilitado, había varias brechas o fracturas entre diversos grupos de diferentes generaciones y origen. Lo que es curioso es el hecho de que a pesar de tener un estatus socio-economico de clase trabajadora, incluso precaria, no conseguía aglutinar. Era una situación bastante compleja. Se consiguió que diversos colectivos, agentes del barrio, organizasen, por separado inicialmente, actividades utilizando la roulotte en el espacio público.

Por poner algunos ejemplos, la escuela colaboró con un grupo de mujeres que se había formado en el centro cívico que hacían cosas de costura y experimentación textil con nosotros para realizar una acción el la calle que consistía en intercambiar las bolsas de plástico de la compra por bolsas de tela que se cosían en la misma calle. Pusimos un montón de maquinas de coser en la calle, estampamos con serigrafía. Otro ejemplo es la ONG del barrio que se llamaba “Patins Solidaris “que trabajaba con jóvenes emigrantes o descendientes de emigrantes africanos a través de los patines y bicicletas y todo lo que tuviese ruedas. En este caso organizaron varios eventos en la calle colaborando con las entidades del barrio, básicamente para ocupar el espacio público.

Todo este proceso al final de cuatro años confluye en un primer intento para formar una federación de entidades del barrio que se intenta impulsar desde el propio proyecto. Finalmente nos tenemos que retirar y el Ayuntamiento que hasta entonces había ejercido como un papel de supervisor, no hizo propio el proyecto y una vez que nosotros marchamos de Ripollet  la cosa quedó en stand-by, a pesar que varios colectivos intentaron solicitar el uso de la roulotte. Redactamos un protocolo de uso, basándonos en el de préstamo de los libros de la biblioteca, mas o menos la lógica era la misma, “Puedes usar esto para un fin común, pero lo tienes que retornar en el mismo estado”.

En el año 2013 decidimos instalarnos en un territorio fijos porque veíamos que lo que nos  faltaba, precisamente a raíz de la experiencia de open rolotte, era echar raíces en un sitio para poder realmente establecer colaboraciones a largo plazo y no condicionadas por los tiempos de los proyectos.
Alquilamos un bajo en uno de los bloques de Bellvitge, es el típico polígono de viviendas construido en los años 60-70 durante el desarrollismo franquista y una de las características singulares de Bellvitge es que todas las porterías de los bloques tienen un pequeño espacio ajardinado en frente que los vecinos cuidan generalmente como la comunidad de vecinos. Es un espacio intermedio entre el espacio publico y el espacio privado de los bloques, pero en el caso de la nuestra portería, esta es una singularidad también, ya que es un bloque de propiedad del Ayuntamiento donde ubican a las personas, familias que están acogidas a todo tipo de programas de bienestár social. Es un espacio muy degradado del que se hace un uso muy intensivo por otra parte, sobre todo por la comunidad gitana y esto genera muchos conflictos.
Hemos planteado recientemente la idea de intervenir en este espacio y de hacerlo con la comunidad. Para esto contamos con la colaboración de Raquel Jimenez que es ambientóloga y hortelana urbana y hemos planteado un trabajo sin plazo, semanalmente nos reunimos para trabajar con el grupo de los chavales de la escalera que viene libremente en el horario extraescolar y incluso en el escolar para trabajar en pequeñas intervenciones que inicialmente tienen que ver mucho con la cuestión de la horticultura y de la jardinería desde una perspectiva muy perma-cultural, teniendo en cuenta cuestiones como los insectos que han de vivir y generando una reflexión con ellos sobre cuales son los usos que puede tener ese espacio.

Yo creo que respecto a la relación de los jóvenes con el espacio público, hemos perdido como sociedad una cierta cultura del uso del espacio público como una extensión del espacio privado que estaba muy presente el los barrios sobre todo populares; la calle era el lugar por excelencia de socialización. Y quizá desde los años 60 hasta aquí ha habido un proceso de aculturación y de clasemedianización de los barrios de clase trabajadora que ha expulsado realmente a la gente del espacio público y los chavales han crecido en esto proceso de aculturación y por ello tienen una relación realmente conflictiva con el espacio público. Por una parte los mayores ya no entienden que el espacio público es un espacio para ser usado, en el que se puede correr y hacer ruido y todas estas cosas, que es para lo que sirve y lo viven como una agresión. Los chavales siguen teniendo la necesidad de realmente encontrarse en la calle y expresar su identidad y  relacionarse con otros, realmente con sus semejantes. Yo creo que allí está  uno de los nudos en los conflictos generacionales respecto al uso del espacio público.
Por ejemplo en Bellvitge se da la circunstancia de que es una población bastante envejecida y las personas que lo habitan mayoritariamente son los primeros habitantes que llegaron cuando se construyó el polígono entero en los años 60, entonces hay un sentimiento de propiedad muy grande respecto el espacio público que entra en conflicto con los usos que hacen los chavales, especialmente aquellos que no son de origen española, incluso habiendo nacido en España. Allí hay todo un trabajo de recuperar una cierta micropolítica del espacio público.

Hay un montón de tensiones en el espacio público respecto a sus usos. Una de ellas yo creo que es, por ejemplo, que realmente los jóvenes intentan hacer usos de una forma más espontanea, usos no regulados del espacio público y no regulados por la lógica productivista, usos que no son ir a comprar o desplazarse para ir a trabajar. Todavía mantienen este impulso de utilizar la calle y eso entra en conflicto con otra gente que ya ha interiorizado y normalizado que el espacio público ya no es este espacio que se puede usar para socializar de diversas maneras. También hay un cierre identitario“este es nuestro espacio y no va a entrar nadie que no esté en nuestro grupo”. Lo interesante es ver que potencialidades hay en muchos de los comportamientos de rechazo a algunas de las imposiciones, de las lógicas operativas que se intenta imponer sobre las personas, no ya solo sobre los jóvenes si no sobre la ciudadanía en general. La juventud y la infancia están en ese proceso de construir, de interiorizar lo que es normal y no es normal hacer en el espacio público así que hay una veta.

La Plaça Ordinària

 

La Plaza Ordinaria es un proyecto que quiere hablar desde un espacio público muy pequeñito en Barcelona como es el proceso de gentrificación social de un territorio para valorizarlo para que cambie su oferta comercial y también su oferta habitacional.

Quisimos hablar de este espacio porque justamente siendo una plaza ordinaria, vecinal y tradicional de toda la vida se ha convertido en un espacio que ya es todo lo contrario y que ya no es tan ordinario como era antes, de ahí viene el nombre “La Plaza Ordinaria”.

Contactamos con cuatro personas distintas, vecinos de la Plaça de Osca o bien vecinos porque viven ahí o bien vecinos porque su actividad laboral está cerca de la plaza.

De alguna manera si que hemos visto factores importantes. Uno acerca del incremento de la oferta de restauración dentro de ese espacio público, que a nuestra manera de ver es una manera de privatizar ese espacio público. aunque haya una cesión de licencias y una cesión de espacio por parte del Ayuntamiento, yo creo que sigue siendo una privatización de este espacio público. La otra señal que hemos visto es la gente que llega, cada vez hay más gente arrastrando sus maletas porque vienen a alojarse los alrededores de la plaza, es decir que hay lugares que se alquilan para turismo.

La estructura está basada en un timelaps, tenemos un timelaps que está cubriendo todo el día, un día entero, para ver los cambios que realmente están pasando en la plaza.

Otra cosa importante es el reloj, que está explicando más o menos como va el día y cada persona que está ubicada en un cuadrante interno del reloj, tenemos dos personas que están relacionadas con la parte nocturna y otras dos personas que están relacionadas con la parte más de día.

Instrucciones / Instructions
Instrucciones para utilizar la plataforma de La Plaza Ordinaria (en desarrollo)

 

Ahora, cada personaje está incluyendo varios materiales. No solo hay la entrevista relacionada con su pensamiento y con sus ideas sino que también hay unos detalles relacionados de la plaza, imágenes que están explicando más cosas sobre la plaza, los espacios,la calle Riego y también hay videos relacionados con cada personaje.

Nos parece muy importante ubicar este proyecto, emplazarlo dentro de la plaza de Osca, que está en el barrio de Sants, un barrio que a lo largo de la historia, ha sido un barrio proletario, un barrio que se creóalrededor de tres industrias textiles muy importantes que con el tiempo por temas económicos fueron cerrando, se trasladaron a otros lugares pero la gente que pobló desde el principio este espacio se quedó. Era un barrio de tradición vecinal, había pequeños comercios, la carnicería, la carpintería… pero eso poco a poco ha ido cambiando, se ha ido sustituyendo por la oferta de restauración, por estas políticas gentrificadoras y esto es lo que nos lleva a hacer este proyecto.

Yo creo que sí que nos tenemos que hacer preguntas, creo también que tenemos que sentar precedentes y saber que si en unos años la gente que hoy en día estamos ocupando Barcelona ciudad tenemos que irnos a las afueras es por una razón, y la razón es que Barcelona está cambiando y está cambiando no para favorecer a los que vivimos en la ciudad.

 

Julieta Zabaleta y Ciprian Gheroghe

 

 

Recomendaciones para intervenciones en el espacio público en los barrios altos. Bilbao 2016.


Entre los días 14 de octubre y 5 de noviembre de 2016 tuvo lugar ¡HACIENDO LA CALLE!, un laboratorio ciudadano en marco del Festival UrbanBAT 2016 planteado como un espacio de formación y participación para los agentes socio-culturales de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala.

 

Una oportunidad para (re)conocernos, compartir experiencias y trabajar en el diseño de estrategias conjuntas que contribuyan a la mejora de nuestro entorno de forma más sostenible. Fue el momento de profundizar en algunas de las necesidades y demandas detectadas en las jornadas estratégicas de la Coordinadora de Grupos de los Barrios Altos ante la puesta en marcha de la agenda de actuaciones del ayuntamiento que marcará las directrices de transformación de la zona entre el periodo 2016-2019. El laboratorio se desarrolló dentro de la programación del 5º Festival cultural de Urbanismo e innovación social URBANBAT en colaboración con Human Cities, un proyecto europeo que promueve el diseño de los espacios urbanos con las personas.

 

Como parte de los objetivos de este laboratorio nos propusimos recoger todos aquellos aprendizajes, comentarios, aspectos y sugerencias de los participantes. Con todas ellas hemos configurado una suerte de marco estratégico para las futuras intervenciones urbanísticas en nuestros barrios. Un marco que, en el fondo, supone una serie de recomendaciones que guíen las intervenciones futuras y que hemos trasladado al ayuntamiento de Bilbao para su consideración en la agenda estratégica de actuaciones 2016-2019.

 

Las recomendaciones van agrupadas en torno a los puntos o conflictos más relevantes y prioritarios, y todas buscan responder a la pregunta:

 

¿Qué hemos de tener en cuenta a la hora de definir una intervención en el espacio público en Barrios Altos?

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