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El sábado, 16 de Junio de 2018, por la mañana, ante el Mercado de la Boquería, se abrió un espacio para qué vecinas y vecinos de la ciudad dispusieran de un espacio de expresión libre en la calle donde poder compartir relatos, memorias y cuestiones.
Una idea de Gò, Acció cultural de barri con la colaboración de Elisaba, Escuela Universitaria de diseño e Ingeniería de Barcelona.

https://www.youtube.com/watch?v=_4sMAB4mS7o

Straddle3 participa como ponente en el Hackaton 2018

El Hackaton No Formal se articula en torno a 4 grandes bloques: diagnósticos participativos, diseño colaborativo, construcción colectiva y modelos de gestión. Estas líneas, a su vez, tienen asociadas unas áreas de conocimiento específico que en este caso hemos autodenominado “píldoras”. Hemos categorizado 16 píldoras que se asocian a competencias y saberes específicos: facilitación, diagnóstico, dinamización, cartografía, planificación, negociación, activación de redes, diseño abierto, construcción, gestión de recursos, documentación, comunicación, gestión cultural, mediación urbana, financiación y cuidados colectivos.

 A través de esta entrevista, David Juarez habla sobre como la construcción colectiva es una fórmula para la activación social y la habitación de infraestructuras para/desde/con la ciudadanía activa.

https://www.youtube.com/watch?v=VkrBcdeGCqI

Entrevista a David Juárez en la revista Mosaic

¿Cuándo y por qué nace la idea de crear Straddle3?

La idea surge a finales de 1997, en conversaciones entre Joan Escofet, Paako Abril y yo mismo. En aquella época Joan estaba desarrollando experimentos en la web que reflexionaban sobre el concepto de habitar la contemporaneidad. Fue alrededor de esas experiencias que surgió la idea compartida de iniciar un proceso colectivo entre lo profesional y lo experimental. Paako es sociólogo, mientras que Joan -que previamente había estudiado historia del arte- y yo nos habíamos conocido en la escuela de arquitectura.

Aunque seguramente lo que más nos acercaba a los tres era una perspectiva desde ciertas situaciones marginales, que mucho tenían que ver con el gusto por las manifestaciones artísticas underground y la cultura de club. Es en esos primeros momentos cuando surge la voluntad de trabajar en una especie de cruce de caminos, entre lo físico y lo digital, lo lúdico y lo político. En seguida se unió a nosotros Pedro Puertas, que aportó una visión fresca y a la vez muy lúcida sobre un proyecto que aún llevaba poco rodaje.

En varias ocasiones has mencionado que la relación de Straddle3 con la tecnología es sutil, pero amplia a la vez. ¿Podrías hablarnos de las tecnologías con las que soléis trabajar en vuestros proyectos?

Una visión apasionada y a la vez crítica con la tecnología siempre ha estado presente. Por el estudio han pasado verdaderos expertos, como Josep Saldaña o Gilad Buzi, que han dejado una huella persistente. Si al principio prevaleció una idea de poblar la web con formas de vida alternativas, en seguida sucumbimos al movimiento del software libre y la cultura libre en general. Esas primeras interacciones con el ámbito tecnológico, que corresponderían al periodo entre 1998 y 2004, marcaron la filosofía del estudio para siempre.

Si en un principio lo que predominaba era jugar con HTML, PHP y MySQL para imaginar nuevas formas de habitar Internet, luego fuimos derivando cada vez más a proyectos con una vertiente física, pero a menudo manteniendo la dimensión tecnológica. La colaboración de Straddle3 con el proyecto Context, creado por Josep Saldaña, fue fundamental, ya que se trataba de un blog sobre ciencia, arte y tecnología que tuvo un éxito impresionante, algo llamativo en el 2001, cuando la gente apenas conocía ese formato.

¿Habéis realizado alguna colaboración con proyectos tecnológicos?

Sí, en una primera época se trataba más bien de proyectos inmateriales como el Weblog Context o un proyecto llamado Idea Tracker, que era el prototipo de un rastreador de conceptos en la web que desarrollamos para la asociación Creative Disturbance de San Francisco, también con Josep Saldaña. Más adelante los trabajos fueron teniendo cada vez más una conexión entre tecnología y proyectos urbanos, ejemplo de ello son el proyecto WikiPlaza, desarrollado junto a Hackitectura y otros colectivos a partir del 2008, o las plataformas PublicSpace Tools y GRRR, producidas más recientemente en el marco de la red Arquitecturas Colectivas, junto a otros miembros de la misma.

Equipamiento nómada Har Etxea.
Fuente: M-etxea

 

Con algunos de los proyectos de Straddle3, como el proyecto Wikitankers, buscáis la reapropiación del espacio público mediante elementos urbanos. ¿Qué resultados habéis obtenido con ello?

La primera ocasión en la que hicimos una apuesta decidida por intervenir en el espacio público fue con el proyecto Domo. Se trataba de una cúpula geodésica que se podía montar rápidamente en diversas situaciones, desde hackmeetings a festivales de arte o situaciones reivindicativas, albergando todo tipo de actividades. Este proyecto luego mutó en lo que se conoció como WikiPlaza gracias a una iniciativa del colectivo sevillano Hackitectura, convirtiéndose en un dispositivo complejo hardware-software de código abierto para la generación de un espacio público aumentado.

Desde entonces no hemos dejado de hacerlo de formas diversas. Por ejemplo, en el proyecto Wikitankers, desarrollado junto a Todo por la Praxis y otros, produjimos una serie de elementos de mobiliario público ‘avanzado’, que iban desde una cocina a un soundsystem pasando por un huerto móvil con su propio sistema de riego integrado.

Hay que pensar que ese proyecto nació en primavera de 2011, coincidiendo con la explosión del 15M y por tanto con la apropiación de las plazas como el espacio político por antonomasia. En aquel fenómeno vimos una confirmación y un reflejo de lo que llevábamos algunos años haciendo. Desde entonces no hemos dejado de ver un interesante desarrollo a nivel internacional de la idea de comunes urbanos, como son apropiaciones vecinales de espacios vacantes y una permanente tensión de intereses sobre los usos cívicos del espacio público, que se manifiestan en el despliegue general de ordenanzas del civismo o en la aplicación a nivel estatal de la Ley Mordaza.

Taller de cocina en un Wikitanker.
Fuente: Straddle3

En la actualidad pareciera que la transformación y creación del espacio público ha quedado relegado a grandes empresas o entes oficiales que, la mayoría de las veces, no termina de entender las necesidades de cada espacio y sus habitantes. ¿Cómo recupera Straddle3 los espacios públicos para la ciudadanía?

Diría que, en ese sentido, las líneas de trabajo que tenemos son tres: dispositivos móviles o efímeros, proyectos urbanos permanentes de una escala algo mayor y, finalmente, la producción de recursos informativos para compartir conocimientos y experiencias.

En la primera tendríamos los proyectos de los que hemos hablado hasta ahora y alguno más, como por ejemplo el Codi7, un dispositivo móvil multiuso desarrollado en Badalona o el Cacharro 2.0, una especie de auditorio portátil que construimos en Cáceres.

En la segunda encontramos proyectos como el parque de deportes urbanos La Santa, en Santa Coloma de Gramenet, o actualmente la transformación del Camí de Ronda de Trinitat Vella en Barcelona, desarrollada en el marco del Pla de Barris, que son proyectos que se desarrollan a fuego lento con las personas que se convertirán en sus principales usuarias.

Finalmente, tenemos los recursos que nos gusta trabajar y compartir para complementar el desarrollo de proyectos específicos, como son la Guía para la Activación del Espacio Público o la plataforma multilingüe PublicSpace.Tools.

Skatepark Colaborativo en Arbúcies.
Fuente: Straddle3

Durante la Jornada UX 2017 de la UOC, hablaste sobre que solemos asimilar algunos elementos del espacio público como interfaz y que las ciudades deberían trabajar con una noción del espacio más open source. ¿Tiene sentido la aplicabilidad de conceptos digitales -como software de código abierto o interfaz-, cuando hablamos de algo físico como la arquitectura, por ejemplo? ¿Dónde encontramos su reciprocidad?

Yo creo que sí, absolutamente. La arquitectura y el urbanismo siempre han buscado inspiración en otros campos del saber a la hora de dotar de sentido la producción de artefactos para el hábitat. No se me ocurre otro concepto contemporáneo más inspirador, fecundo y saludable como el de ‘código abierto’ para trasladar a nuestro entorno físico en los tiempos que corren.

En una situación de crisis profunda, que es también y fundamentalmente una crisis de valores y de modelos (ecológicos, económicos, sociales, políticos), la idea de ciudad de código abierto nos sugiere un entorno en permanente situación de co-producción, que ha de ser necesariamente abierta, inclusiva, perfectible, editable, transparente, auditable y sostenible.

Por otro lado, la idea de interfaz tiene que ver con el hecho de entender la arquitectura como la expresión física de la convivencia. Es algo inherente, puede tomar forma de mueble, de fachada o de trazado urbano, es algo válido para cualquier escala.

Otro aspecto que me interesa mucho, también relacionado de algún modo con el concepto de interfaz, es el diseño urbano como factor de mediación con aquello vivo que nos rodea. Lo mismo que aprendemos mucho de hackers, admiro profundamente el trabajo de paisajistas y personas con conocimientos de botánica, sin olvidar a antropólogos/as, activistas y otros perfiles de tipo humanista. La oportunidad de trabajar en colaboración con todas ellas es un privilegio que nos da una idea de lo que puede ser un entorno válido para el diseño de espacios públicos y colectivos en los tiempos que corren.

En Straddle3 hacéis referencia a los conceptos de dominio público digital y urbanismo participativo, ¿podrías explicarnos en qué consisten?

Son un desarrollo de lo que veníamos hablando, nada que nos hayamos inventado nosotras. Lo mismo que nos interesa el espacio público urbano nos interesa y nos preocupa su reflejo en el mundo digital. Lo mismo que asistimos a procesos de privatización de importantes espacios cívicos de nuestras ciudades podemos percibir claramente el cercado progresivo de recintos enteros de Internet. Nuestra vida en la red pasa cada vez más por canales de control privativo, principalmente en el caso de las redes sociales, pero no sólo.

En cuanto al urbanismo participativo, con la visión que tenemos no podemos operar de otro modo. Si deseamos una ciudad de código abierto hemos de abrir los procesos de deliberación y consenso propios del desarrollo de políticas urbanas y de planeamiento a las personas que habitan ciudades y pueblos. No es que sea necesariamente fácil, y queda mucho camino por recorrer, pero afortunadamente es algo cada vez más común.

Actualmente asistimos al nacimiento de plataformas y reglamentos de participación que van en ese sentido, yendo progresivamente de un entendimiento de la participación como algo estrictamente informativo o consultivo hacia entornos de coproducción. Seguro que desde Straddle3 y la red Arquitecturas Colectivas seguiremos poniendo nuestros granitos de arena para ello, muchas veces desde situaciones prácticas que complementan las visiones más conceptuales.

Fabricación colectiva de una cocina pública.
Fuente: Píxel 13

La arquitectura suele entenderse como algo estable y permanente, sin embargo, en gran parte de vuestros proyectos trabajáis con estructuras temporales como XPO1, ¿por qué? ¿qué beneficios aporta?

En ocasiones se trata de prototipos para la experimentación, por ejemplo, en el XPO1 fue la primera vez que trabajamos con contenedores marítimos y estructura metálica modular como principales materiales de construcción, fue una instalación en el marco de un festival y sólo duró un fin de semana.

Pero a partir de esa experiencia, fuimos trabajando en proyectos más permanentes con los mismos elementos, como Nautarkia, en Sant Pere de Torelló, o El Nodo, en Salitllo, México, que funciona aún como centro cultural entre barrios muy diferentes. Como último episodio de esa serie, acabamos de entregar un proyecto para realizar vivienda social temporal para el ayuntamiento de Barcelona, creo que eso da una idea de cómo el testeo y la mejora progresiva de un procedimiento puede resultar en un método eficiente y replicable. Otras veces la temporalidad viene sencillamente marcada  por la disponibilidad de un espacio de otros recursos.

¿Qué papel juega el diseño en los proyectos de Straddle3? ¿Partís también de un diseño colaborativo?

En la mayor parte de las ocasiones sí, es algo que se puede ver muy bien en las plataformas web que montamos como soporte de los procesos, como sería el caso de ParcMalda.cat, un sitio donde se pueden encontrar las actas de los talleres de co-diseño y, sobre todo, ver en los vídeos cómo funciona de verdad una situación de trabajo colaborativo. El diseño es algo muy importante para nuestro equipo. En muchas ocasiones nuestros esfuerzos se han orientado a demostrar que fenómenos como el diseño colaborativo y/o la construcción con materiales reciclados o reutilizados no tienen por qué suponer una renuncia en términos de calidad, sino que en todo caso sería lo contrario.

Por otro lado, también habéis creado la plataforma online publicspace.tools ¿Qué aspectos de la filosofía de Straddle3 encontramos en ella y qué novedades aporta?

PublicSpace.tools es una herramienta digital para equiparnos a la hora de intervenir en el espacio público. Pretende ser un medio para difundir y amplificar alertas y denuncias sobre abusos de poder; así como buenas ideas y prácticas interesantes, teniendo en cuenta las condiciones legales en distintos lugares.

Nació en 2015 de un proyecto previo que fue la Guía para la Activación del Espacio Público, del año 2012, y tiene por objeto apoyar los esfuerzos de la gente comprometida con la reivindicación ciudadana por el espacio público. Supongo que incorpora varias novedades, tanto por la amplitud del proyecto en el tiempo como por su carácter multilingüe e internacional. Hay un grupo de personas colaboradoras realmente estupendas, mucho más allá del equipo de Straddle3 y de Wwb.cc (antiguos Hackitectura), que también están en el proyecto desde el principio, y eso aporta una gran riqueza y diversidad de puntos de vista para el proyecto.

Y ya para acabar, ¿en qué proyectos estáis trabajando actualmente o os gustaría trabajar?

La verdad es que en varias cosas a la vez: desde el diseño participativo de parques hasta la definición de un método alternativo para la creación de vivienda social en los centros urbanos consolidados (http://atri.city). Además estamos preparando la celebración de nuestro vigésimo aniversario con varias novedades, desde una web completamente nueva a una exposición sobre nuestra trayectoria que se inaugurará este abril en la Universidad de Guadalajara, México, que es para nosotros/as un trozo de mundo especialmente querido. 

 

 

Manual de montatge de cúpula geodèsica

La infraestructura móvil es un espacio circular de unos 10 metros de diámetro y alrededor de 80 metros cuadrados que puede colocarse y recolocarse de forma más o menos abierta según la altura a la que se disponga su línea de base y dependiendo de los espacios tangenciales a los que sirva. justo es decir que esta infraestructura quiere ser el primer paso hacia un posible crecimiento orgánico que puede hacer incrementar sus dimensiones y su número de forma modular.

Paseos con mirada de mujer

Dentro de la convocatoria Decidim Gràcia: Coproducció de Projectes, el Col.lectiu Punt 6 dinamiza tres talleres para recorrer el barrio de Vallcarca.

El objeto de estos recorridos es identificar, diagnosticar y proponer aquellos elementos favorables y desfavorables que hay en ese entorno urbano en concreto para desarrollar la vida cotidiana.

 

Ágora, Instituto Maria Espinalt

Pedro Gozalbo: Ágora, Institut Maria Espinalt from PublicSpace.Tools Barcelona on Vimeo.

El Instituto Maria Espinalt es un centro público de educación secundaria de la ciudad de Barcelona.

Está ubicado, provisionalmente, en un edificio construido con módulos prefabricados en un solar, en la confluencia de la calle Llacuna con la calle Sancho de Ávila, en la conocida como Superilla del Poble Nou.

Aprovechando la creación de un nuevo espacio educativo de educación secundaria en el barrio de Poble Nou, este proyecto, quiere generar espacios de reflexión e interacción entre la comunidad educativa del Instituto y su entorno. Entre las finalidades del proyecto está el trabajo cooperativo, el funcionamiento asambleario y la construcción de una estructura de funcionamiento que dé respuestas a las necesidades de toda la propuesta educativa que se está planificando.

Se quiere reflexionar sobre la configuración del espacio educativo y urbano y su relación con las necesidades de las personas que forman parte de la comunidad. También indagar sobre los efectos que el desarrollo económico y social está teniendo sobre la ciudad, el barrio, los jóvenes. Averiguar qué políticas o decisiones toma la administración educativa hacia la concepción y el uso del espacio escolar y social por parte de la juventud. Investigar qué repercusión tiene en la vida diaria de los jóvenes vivir confinados en pequeños espacios arquitectónicos y parques modulados.

¿El confinamiento de los niños y la juventud en la ciudad es una herramienta de modulación social?

¿Determina la relación del ser humano con el medio ambiente y su vida en sociedad?

El Ágora como espacio vertebrador de la construcción del pensamiento crítico en el instituto Maria Espinalt y su relación con la ciudad. Una perspectiva de construcción del común desde el espacio público y el instituto.

 

El colectivo Straddle3 ha cedido al institut unas gradas que ofrecen al patio un espacio de encuentro donde poder trabajar el proyecto Ágora de forma comunitaria y asamblearia.

El colectivo realizó unos talleres junto los alumnxs para el montaje.

 

 

Patio de la escuela Pere Vila

El proyecto de crear nuevas áreas de juego al patio de la escuela Pere Vila fue promocionado principalmente por las madres y padres de los alumnos. Con la coordinación del equipo Straddle3 y la mediación de la directora del centro y del Consorcio de la Educación, padres y madres han empezado a construir una escuela mejor en un ambiente alegre y convivial.

El proceso consta de varias etapas. Inicialmente se realizaron reuniones preliminares para definir los diferentes elementos que componen el proyecto. Una vez establecida la planta, que consiste en un sorral, una zona de juego con troncos, un castillo, una caseta y una pequeña cocina, se decidió un calendario de ejecución a través de talleres participativos.

 

Construcción Patio Pere Vila
Patio Pere Vila – Work in progress

 

HOW-TO:

El proyecto fue posible gracias a la colaboración y el compromiso de varios agentes.

– En primer lugar, la asociación de madres y padres de la escuela que deseaban firmemente el proyecto y se comprometieron a participar en los días de organización y construcción, ensuciándose las manos y divirtiéndose junto con los niños.

– La administración de la escuela se hizo disponible haciendo posibles las operaciones de construcción fuera del horario de apertura de la escuela.

– El estudio de la arquitectura Straddle3 que a través del proceso participativo y de los talleres ha soportado el proceso de realización de circuito lúdico en cada una de sus fases.

– La búsqueda de fondos para el proyecto, mediante la obtención de una subvención del Ayuntamiento de Barcelona.
 

Además, el patio de la escuela como parte de los patios de red abierta a ciudades fuera de la escuela normal, un espacio público real para la colectividad. De hecho, es uno de los Patis Oberts promovidos por el Ayuntamiento.

Patis Oberts

Los objetivos principales de la apertura de los patios escolares son:

-Optimizar el uso de los centros escolares potenciando su vertiente educativa y social, haciendo posible un uso del patio entre los colectivos y/o actividades que se puedan realizar sin interferencias potenciando su interrelación.

-Dar una alternativa de ocio a los niños y jóvenes y sus familias que se ejerce de forma autónoma en un contexto seguro y de proximidad.

Arquitectura col.lectiva per apoderar i reivindicar el Risco de San Nicolás, Canarias

El X Encuentro Internacional de Arquitecturas Colectivas, un evento que ha atraído a más de 80 colectivos, ha servido para acoger en la ciudad debates, conferencias, exposiciones, recorridos y talleres, el Risco cuenta desde este jueves con tres espacios recuperados para las vecinas y vecinos.

«Fueron los mismos vecinos quienes pidieron que se hiciera en aquella parte del barrio, la más necesitada, donde está más abandonado»

El primer punto de los trabajos tuvo lugar en el espacio existente en la intersección de la calle Madera con las escalinatas. Donde antes había un solar lleno de escombros y basuras, ahora ha comenzado a nacer un jardín decorado en sus paredes con siluetas de habitantes del Risco, una pérgola para dar sombra y también un columpio.

Aurora en el columpio
Aurora en el columpio

 

Siguiendo por la empinada escalinata se localiza la segunda actuación. A medida que se llega a la zona alta se vislumbra una enorme pared ahora pintada en blanco que ha dado luz y color al paseo. En este muro se puede leer el lema «Cultura en/es lucha». «La acción realizada tiene dos vertientes, por un lado concienciar de que nadie nos va a venir a cuidar el barrio y por otro reivindicar. Muchos vecinos están por la labor, pero siempre hay la minoría que no, pues hay que meter esa minoría en la cultura, la cultura también ayuda a transformar el barrio»

 

Escaleras_Color
Escaleras, barrio del Risco

 

Ya en lo alto, en la plaza en la que reina el grafiti de María de los Pirulines, el barrio cuenta ahora con un gimnasio al aire libre con vistas a la parte baja de la ciudad.

 

Taller AACC Canarias
Gimnasio al aire libre y grafiti de María de los Pirulines

 

La lección que ha dejado estas jornadas con activistas de todo el mundo es la empoderación del ciudadano.

«No podemos estar toda la vida esperando y dependiendo, nosotros también podemos realizar cosas».