Las marchas exploratorias consisten en unas visitas a pie hechas por un grupo de personas, generalmente por las vecinas, por el barrio donde viven, trabajan o realizan otras actividades. El objetivo es detectar los espacios donde nos sentimos bien y los espacios donde no nos sentimos bien. E ir más allá, detectar cuáles pueden ser los motivos y cómo el diseño o la gestión del espacio público puede mejorar nuestra vida cotidiana. El resultado, además de dar voz a las vecinas como expertas sobre su barrio, es un informe detallado para poder traspasar lo que hemos detectado a los organismos públicos pertinentes y que puedan actuar en consecuencia.