El X Encuentro Internacional de Arquitecturas Colectivas, un evento que ha atraído a más de 80 colectivos, ha servido para acoger en la ciudad debates, conferencias, exposiciones, recorridos y talleres, el Risco cuenta desde este jueves con tres espacios recuperados para las vecinas y vecinos.
«Fueron los mismos vecinos quienes pidieron que se hiciera en aquella parte del barrio, la más necesitada, donde está más abandonado»
El primer punto de los trabajos tuvo lugar en el espacio existente en la intersección de la calle Madera con las escalinatas. Donde antes había un solar lleno de escombros y basuras, ahora ha comenzado a nacer un jardín decorado en sus paredes con siluetas de habitantes del Risco, una pérgola para dar sombra y también un columpio.
Siguiendo por la empinada escalinata se localiza la segunda actuación. A medida que se llega a la zona alta se vislumbra una enorme pared ahora pintada en blanco que ha dado luz y color al paseo. En este muro se puede leer el lema «Cultura en/es lucha». «La acción realizada tiene dos vertientes, por un lado concienciar de que nadie nos va a venir a cuidar el barrio y por otro reivindicar. Muchos vecinos están por la labor, pero siempre hay la minoría que no, pues hay que meter esa minoría en la cultura, la cultura también ayuda a transformar el barrio»
Ya en lo alto, en la plaza en la que reina el grafiti de María de los Pirulines, el barrio cuenta ahora con un gimnasio al aire libre con vistas a la parte baja de la ciudad.
La lección que ha dejado estas jornadas con activistas de todo el mundo es la empoderación del ciudadano.
«No podemos estar toda la vida esperando y dependiendo, nosotros también podemos realizar cosas».